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MANUEL CHICHARRO BISSI, FOTÓGRAFO

Manuel Chicharro destacó en su época porque se diferenciaba de otros compañeros de profesión. Su originalidad radica en que mientras muchos de sus colegas se dedicaban a la realización de retratos en el estudio de forma muy mecanizada y con una técnica en ocasiones no muy depurada, Chicharro fue quien rompió con la rigidez del estudio y exploró otros campos de la fotografía como la arquitectura, el paisaje o el bodegón, apreciándose siempre un equilibrio entre lo comercial y lo artístico. Algunas de sus fotografías ganaron premios en exposiciones de carácter internacional como la Exposición Universal de Filadelfia de 1876 o la de París de 1889.

Entre lo más destacado de su obra se encuentra una colección de imágenes de Santiago de Compostela y de villas próximas en las que se pueden ver las sutiles variaciones que sufrió la ciudad de Santiago a lo largo de tres décadas.

En todas las fotografías se aprecia claramente una depurada técnica. Sus imágenes destacan por su nitidez y profundidad y por una composición con un equilibrio sorprendente. Este cuidado también lo aplicaba al trabajo de laboratorio, en el que demuestra la meticulosidad e ingenio para la aplicación de técnicas como los montajes o la manipulación de imágenes mediante retoques en el propio negativo.

No debemos desmerecer su importancia como fotógrafo comercial. En este aspecto tiene especial relevancia su intervención en la catalogación de los bienes históricos pertenecientes al museo de la Catedral de Santiago, donde fotografió un gran número de piezas, incluyendo la totalidad del Códice Calixtino.

Merece especial atención su Compostela Monumental (1884), portfolio en el que publicó una serie de fotografías de la ciudad acompañadas por un texto del historiador Bernardo Barreiro. Es la primera obra de este tipo que vio la luz en Galicia. Su obra delata también su interés y participación en eventos sociales, como visitas a Santiago de Compostela de altos mandos del gobierno y de la Iglesia, la celebración de la Exposición Rexional Galega de 1909 o la llegada del ferrocarril.

Colaboró periódicamente con publicaciones de carácter liberal de la época (periódicos, revistas...).

Su biografía y su obra hablan no solo de un gran fotógrafo sino también de un intelectual que participó personal y profesionalmente de modo activo en la sociedad de su tiempo.

El ARCHIVO FOTOGRÁFICO CHICHARRO

La colección perteneciente al Instituto consta de un número aproximado de 1.300 placas de cristal, la mayor parte de ellas de 13x18 cm, aunque también las hay de 18x24 e de 10x15.

El estado de conservación de las placas es regular pues la mayor parte de las piezas sufren alteraciones químicas de la emulsión debido a un mal almacenaje que provocó la aparición de varios tipos de mohos. En algunos casos -muy pocos- se produjeron también desprendimientos de la emulsión o rotura de la propia placa.

La cronología de la colección es bastante amplia aunque es difícil determinar el año en que se realizó una imagen concreta, ya que puede pertenecer a cualquier momento del período 1873-1924, cuando Chicharro desarrolló su actividad profesional.

Los temas tratados son muy variados: paisajes, retratos o edificios. Además realizó el inventariado de objetos pertenecientes al museo da catedral de Santiago, tales como el códice Calixtino, relicarios, vestimentas litúrgicas, mobiliario, tapices, etc.

El espacio es generalmente el compostelano pero su espirito inquieto lo empujó a llevar su cámara más alla de la ciudad, sobre todo a la zona de la ría de Arousa, A Coruña y, en general, a lugares próximos a la capital.

O ARQUIVO FOTOGRÁFICO CHICHARRO:

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